Skip to main content

Al despertar me encantaría que una bocanada de aire fresco alimentase mis pulmones, que una sinfónica de avecillas inundara con sus notas mis oídos, que el aroma a café recién hecho, circulase por mi cuerpo despertando poco a poco, cada célula, cada poro.

Ser bienvenido por un millón de gotas de agua expelidas con fuerza hacia mi cuerpo, que desnudo las reciba agradecido.

Compartir la mesa con la gente que quiero y sentirme a la vez querido.

Me gustaría que todos respondiesen mis preguntas, que hubiese solución para mis dudas y que todo el mundo actuase como es debido, que el correcto actuar invada a las personas, interponiendo sus principios antes que sus beneficios, sus obligaciones a sus distracciones. La espera es vana, pues por mucho que quiera, esto no siempre ocurre, los individuos, olvidan ser como se debe y se excusa en ser humano.   Constantemente caigo en esta trampa lo que me desanima grandemente.

Quisiera que todo fuese perfecto y al leer esta historia, me doy cuenta que en mi vida no cuento con lo que señalo en el párrafo anterior únicamente y compruebo que aunque no lo parezca no estoy tan mal después de todo.

Gustavo Adolfo Monroy

Author Gustavo Adolfo Monroy

More posts by Gustavo Adolfo Monroy

Leave a Reply