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Sobresalto turbulento, con efecto retardado, reacción visible muchos segundos después de lo que la mente ordenó, la burocracia corporal detuvo la acción hasta volverla casi inoportuna, pues el cuerpo no responde a la velocidad de antes. Los minutos pasan y no en balde suman años. Pero es esa lentitud, la que quizás permite la reflexión, que el ímpetu de la juventud impidió surgiese, hoy que la velocidad es poca y el tiempo restante  corto, se logra la pausa mental en que descubres que la noche está a punto de cegar la luz que te da aliento, en el ocaso de la vida cuestionas si fue correcto….
….. Desbordar tus impulsos, dejando fluir la catarata de tu ira, en lugar de detener a tiempo palabras que solo dejaron daño y dolor.
……Que olvidases que la vida es bella, pero no sencilla, obviando tus posesiones cegado por las carencias, que hoy notas son vanas e inexistentes, negándote disfrutar por anhelar.
…… Darle protagonismo a tu cansancio, bajando los brazos y cerrando sentidos, impidiéndote disfrutar las maravillas que a tu alrededor brotaban y que como todo en ésta vida eran pasajeras e irrepetibles.
…… Convencerte que el mundo conspiraba en contra tuya, viendo el punto negro en el lienzo blanco, actuando en concordancia, dañando los momentos de quienes te amaban y estaban cerca de ti, te amaban de verdad.
…… Guardar tus sonrisas para las fotografías en las que aparecías y ser mezquino al momento de sonreírle siempre a la vida, minuto a minuto, día a día, pues ahora notas que esa imagen perduró en papel, pero hubiese sido mas importante que la sonrisa hubiese quedado grabada en tu vida y en la de las personas que te amaron.
….. Medir a otros, con una justicia férrea y hasta desmedida, utilizando una medida totalmente distinta a la que aplicaste cuando te tocó juzgarte.
….. No enterarte a tiempo que cada mañana que nace es siempre una nueva oportunidad para renacer e intentar ser feliz.
Si fue correcto haber gastado tus preocupaciones por el ayer y el mañana, olvidándote de disfrutar hoy, al punto que al llegar al ocaso de tu vida, notes que realmente no te diste el sencillo gozo de vivir el momento, de agradecer el día que empezó y culminó, al lado de los tuyos y eso hoy ya es un lujo que no tienes tiempo de darte.

Pero si tu ocaso no ha llegado, estas a tiempo, comprende pronto, ¡disfruta ya!, que es preciso y oportuno no perder ni un segundo mas, por el bien tuyo y el de quienes te aman.

Gustavo Adolfo Monroy

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