Skip to main content

Conozco un niño que se ríe de la vida y es portador de un contagioso virus que infecta de sonrisas a quien tiene cerca. Dice lo que siente, aunque la mayoría de veces no piensa lo que dice.

Vive divirtiendose y se divierte viviendo, deja huella en lo que hace y ha hecho mucho, aunque quien lo recién conoce no puede imaginarlo capaz de empezar siquiera una acción en serio.

Es un niño con bigote y que nació al menos quince años antes que yo, que ya cuento con treinta y cinco.  Al viajar en el tiempo e intentar imaginarlo, en una  porteña iglesia rebozante, con un calor supra humano invadiendo el recinto, tratando de mantener la compostura, mientras sus papás se esforzaban en intentar la misión imposible de madurarlo.  En su mente intentaba conectar la idea de ver el objeto que en ese momento lo distraía, una imagen, un carro, cualquier cosa con la que pudiese hacer una travesura y al mismo instante decir «no toco».   Dudo que haya tenido exito en esa empresa, pero estoy convencido que ha triunfado en la aventura de ser «Tocono».

Gustavo Adolfo Monroy

Author Gustavo Adolfo Monroy

More posts by Gustavo Adolfo Monroy

Leave a Reply