Skip to main content

Cuando adolecente no sentía que hubiese limites para alcanzar cualquier meta, a mi hija le he repetido hasta aburrirla, que hay dos tipos de personas en la vida, los que ven y los que son vistos, instandola a ser parte de éste segundo grupo, intentando inculcarle cierto desagrado hacia el primero de ellos.

Con las ideas anteriores habitando mi mente de forma constante, parece incongruente que hoy me declare un aficionado completo, sin embargo luego de algunos años de recorrido por el mundo adulto, simple y llanamente caí en la cuenta, que todos de alguna manera tenemos ambas calidades, la de estrella (en alguna actividad o campo) y la de aficionado.

De alguna manera ambas conviven y deben convivir idealmente de forma armoniosa en nuestro ser ¡Y así debe ser!   Siendo habilidosos para algunas cosas, las que debemos explotar y maximizar buscando la excelencia, mientras que en otras es imperativo reconocer que simplemente no estamos hechos para esas actividades.

Gustandome los deportes como me gustan y reconociendo que simplemente no tengo, ni tuve las habilidades suficientes para destacar  en ellos, sólo hubo una solución posible e inteligente por tomar  ¡Disfrutandolos y particpando como un expectador al máximo!,  dejando que los sentimientos me invadan al punto de sentir alegría inmensa con la victoria de un grupo que lleva la camisola que me identifica e incluso sin parecer masoquista, sentirme impotente con la derrota de otros, que a través de mi sentir, por unos momentos la hago también una afrenta propia.

Esos sentimientos que disfruto y vivo con intensidad, sin dejar que lleguen al punto de afectarme de una forma profunda, pues al final busco disfrutar la vida con intensidad, no acortar mi tiempo en esta tierra,  me parece una fantastica manera de añadir experiencias a mis días en el mundo y desde entonces no tengo empacho en confesarme un aficionado completo, quien busca tiempo entre el espacio dedicado a la familia, el trabajo y otras obligaciones (pues sigo viviendo mi vida e intentando ser estrella en los roles, por cotidianos o sencillos que sean en donde siento que puedo entregarme al máximo), para sentarse ver a un grupo de tipos que usualmente persiguen una pelota, de diferentes tamaños, colores, formas y texturas, pero que en el fondo yo se que persiguen ganar y ese esfuerzo simplemente lo comparto con alegría desde la ventana de mi televisión.

Gustavo Adolfo Monroy

Author Gustavo Adolfo Monroy

More posts by Gustavo Adolfo Monroy

Leave a Reply